Cosas del cotidiano discurrir

Hola!

Por aquí seguimos discurriendo. Es curioso con lo que te puedes encontrar. La curiosidad del día de hoy fue encontrarme con Antonio Garrido (carismático presentador de Identity) en el súper. Esto se suma a que, en mis andanzas por las rebajas, me tocó hacer cola detrás de una pija pesada que quería cambiar un sujetador sin el ticket. Cuál fue mi sopresa cuando, tras insistirle a las empleadas ellas dijeron: denos su nombre y consultaremos, y la respuesta fue:Emma, Emma Ozores. Y de repente descubrí esos ojos azules "ozores" y dije "andá!".

En cuanto a seres terrenales, hoy me he encontrado a un motorista que pastorea coches al grito de "vvvvaaaaaaamoooohoooosss" (véase este vídeo para hacerse una idea del estilo: el grito del cabrero... en las hoces del cabriel).

También he tenido la suerte de ver a un tiarrón de 2 metros vestido con un tutú. La parte mala era que estaba metido en una pelea; lucía una preciosa boca ensangrentada y 3 gotas rojas muy decorativas en su camisetita blanca. La parte buena, que por culpa de fumar un cigarrillo más y no entrar en el local, a nosotros no nos pilló la pelea.

Esto en cuanto a seres que yo he "encontrado". En cuanto a seres que me "encuentran" a mi tenemos a "Marta, ese ser desconocido pero con nombre".
Estando yo tan tranquila en mi casa, tocan al telefonillo/interfono/botón que está en el portal. Yo respondo y se produce el siguiente diálogo:

yo: sí?
X: ¿está Lucía?
yo: sí, ¿quién es?
X: ¡soy Marta!
yo: Marta, ¿qúe Marta?
X. Marta!! ¿Tú no eres Lucía?
Yo: sí
X: pues baja!

Como soy tan idiota bajé. No había nadie. en su lugar me encontre a una cámara apuntando hacia mí... pero nadie se acercó a darme explicaciones...

Y para terminar por hoy... os contaré la historia del chungo telefónico. Un día estando en el laboratorio, sonó mi móvil y respondí (como tengo por costumbre) y se produjo el siguiente diálogo:

Yo: ¿sí?
X: Hola. Te llamo porque encontré tu número en una página de pisos.
Yo: Sí, dejé mi número pero ya no estoy interesada. He encontrado piso. Gracias.
X: No, si no te llamaba por el piso. ¿Tienes 5 minutos?
Yo: no, mira, lo siento. Estoy trabajando.
X: Son sólo 5 minutos. ¿No quieres jugar al juego de las prendas?
Yo: No
X: pi pi pi.... pi pi pi...

No quiero saber en qué narices consiste ese juego. En serio, no.

Y este es un pequeño resumen del percal que me he ido encontrando hasta ahora. Os iré contando nuevas historias en próximas entregas.

Besos madroñiles,

Luchuga